El tiempo de recuperación entre sesiones de entrenamiento varía en función a la actividad física, carga e intensidad a realizar y condición física de la persona. Dar el debido descanso a nuestro cuerpo ofrece:
1- Una óptima recuperación
2- Un manejo prudente de las intensidades tanto anaeróbica como aeróbica. Por ejemplo; si entrenas pesas intensamente al siguiente día o después de la sesión de pesas deberías de realizar la carga aeróbica a mediana intensidad, esto es, porque nadie puede mantener un entrenamiento a alta intensidad de manera prolongada, claro al menos que uno sea un ET.
El siguiente cuadro muestra las fases de recuperación de las distintas variables del entrenamiento.
Para avanzar desde el punto de vista físico y orgánico hay que establecer un programa de dieta post entrenamiento y distribuir las horas necesarias de descanso para el siguiente entrenamiento.
Otro aspecto muy importante pero manoseado en el entrenamiento de la fuerza es acerca de la carga (peso) a utilizar. Es común oír frases como: haz muchas repeticiones con poco peso para bajar de peso o quemar grasa o viceversa "más peso con pocas repeticiones para ganar músculo", nada más apartado de la realidad, cuando se habla en estos términos se debe de tener el criterio necesario para fundamentarlo para no generar dudas y confusión y lo real es esto; la carga permite una serie de adaptaciones ya sea a nivel metabólicas, estructurales y neurológicas y si se desea perder grasa tienes que agregar a tu rutina ejercicios cardio de carácter aeróbico y llevar a cabo una dieta prolija para maximizar los resultados, así de simple.
En cambio cuando buscas añadir masa muscular, debes hacerlo en el área de la fuerza hipertrófica y siempre en el rango de 8-20 repeticiones según sea el, o músculos a trabajar.
Un buen libro que habla extensamente sobre planificación del entrenamiento de la fuerza es del autor Tudor Bompa, se los recomiendo.
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