Sì bien es cierto que al momento entrenar debemos mantener un orden, igual mecanismo se debe seguir a la hora de nutrirnos; balancear adecuadamenete los alimentos para obtener el màximo provecho de ellos. Expondré de manera sencilla algunos puntos relacionados al metabolismo de los alimentos.
LA VERDAD SOBRE LAS PROTEINAS
Nuestro precursor el homo habilis, habitó alrededor de enormes lagos en los valles de este del Africa. Un exhaustivo análisis sobre su nutriciòn nos revela que su dieta era a base de frutas, verduras , algas de los lagos y pescado. Eso explica porque siguieron una lìnea evolutiva con importante desarrollo cerebral e inteligencia, y ciertamente las grasas omega 3 fueron abundante en su dieta lo que a la postre lo diferencio de las demás especies (Sacha Barrio Healey).
Los metabolismos vegetariano, carnivoros y equilibrados tambièn siguen un patròn establecido. Ahora una manera fàcil de determinar a que metabolismo perteneces es que comas una porciòn grande de bistec o pollo, si experimentas sensaciones de aletargado o deprimido, lo màs probable es que tu dieta debe consistir en verduras y frutas y carbohidratos complejos. En caso de no acusar algunos de los sìntomas señalados debes consumirlo pero con moderaciòn y saber combinarlos.
La mayorìa de nosotros tenemos un metabolismo equilibrado capaz de admitir ambas clases de alimentos cuando estàn correctamente equilibradas (Daniel Reid). Cualquier carne para el consumo humano debería ser comida lo menos cocida posible o cocidas a termino medio para aprovechar sus enzimas de manera natural, un buen ejemplo es el sashimi japones (pescado crudo) lleno de nutrientes y enzimas y digerible. De ahí una posible explicaciòn sobre la longevidad de los Japoneses.
Sin duda que las proteìnas juega un papel importante en el metabolismo humano, pero hay que consumirla moderadamente. En la actualidad las reses son alimentadas con semillas de algodón, maíz y soya transgènica y gallinaza (excremento de aves) y que decir de las hormonas y medicamentos que reciben, es obvio que todos estos quìmicos que pasan a los animales pasen tambièn a nuestro organismo cuando consumimos una hamburguesa o pollo frito. Una buena fuente de proteìna la encontramos en los peces de rio y mar profundo, otra opciòn es la de consumir aves de corral pues vagan libremente por las praderas buscando su propio alimento y carne de res alimentada a base de chala de maíz, alfalfa y pasto natural. Un dato muy interesante a saber es la siguiente: el cerdo salvaje contiene 1.3% de grasa, el cerdo domesticado tiene entre 35 y 60% de grasa, el ganado que se encuentra en el oriente del Africa tiene entre 3 y 5% de grasa, el ganado vacuno domesticado tiene entre 18 a 41% de grasa.
Ademàs un residuo final del metabolismo de las proteìnas es la amonia (toxina) y como sabemos una toxina es un veneno así de simple, para defenderse nuestro organismo transforma esta toxina en urea, este trabajo lo hace el hìgado. La urea es menos toxica que la amonia pero sigue siendo un tòxico y necesita ser eliminado, entonces el trabajo pasa a manos del riñón, que deberá retirar la urea del torrente sanguìneo.
Si tienes problemas de cálculos renales evita consumir proteìnas.
LA VERDAD SOBRE LAS PROTEINAS
Nuestro precursor el homo habilis, habitó alrededor de enormes lagos en los valles de este del Africa. Un exhaustivo análisis sobre su nutriciòn nos revela que su dieta era a base de frutas, verduras , algas de los lagos y pescado. Eso explica porque siguieron una lìnea evolutiva con importante desarrollo cerebral e inteligencia, y ciertamente las grasas omega 3 fueron abundante en su dieta lo que a la postre lo diferencio de las demás especies (Sacha Barrio Healey).
Los metabolismos vegetariano, carnivoros y equilibrados tambièn siguen un patròn establecido. Ahora una manera fàcil de determinar a que metabolismo perteneces es que comas una porciòn grande de bistec o pollo, si experimentas sensaciones de aletargado o deprimido, lo màs probable es que tu dieta debe consistir en verduras y frutas y carbohidratos complejos. En caso de no acusar algunos de los sìntomas señalados debes consumirlo pero con moderaciòn y saber combinarlos.
La mayorìa de nosotros tenemos un metabolismo equilibrado capaz de admitir ambas clases de alimentos cuando estàn correctamente equilibradas (Daniel Reid). Cualquier carne para el consumo humano debería ser comida lo menos cocida posible o cocidas a termino medio para aprovechar sus enzimas de manera natural, un buen ejemplo es el sashimi japones (pescado crudo) lleno de nutrientes y enzimas y digerible. De ahí una posible explicaciòn sobre la longevidad de los Japoneses.
Sin duda que las proteìnas juega un papel importante en el metabolismo humano, pero hay que consumirla moderadamente. En la actualidad las reses son alimentadas con semillas de algodón, maíz y soya transgènica y gallinaza (excremento de aves) y que decir de las hormonas y medicamentos que reciben, es obvio que todos estos quìmicos que pasan a los animales pasen tambièn a nuestro organismo cuando consumimos una hamburguesa o pollo frito. Una buena fuente de proteìna la encontramos en los peces de rio y mar profundo, otra opciòn es la de consumir aves de corral pues vagan libremente por las praderas buscando su propio alimento y carne de res alimentada a base de chala de maíz, alfalfa y pasto natural. Un dato muy interesante a saber es la siguiente: el cerdo salvaje contiene 1.3% de grasa, el cerdo domesticado tiene entre 35 y 60% de grasa, el ganado que se encuentra en el oriente del Africa tiene entre 3 y 5% de grasa, el ganado vacuno domesticado tiene entre 18 a 41% de grasa.
Ademàs un residuo final del metabolismo de las proteìnas es la amonia (toxina) y como sabemos una toxina es un veneno así de simple, para defenderse nuestro organismo transforma esta toxina en urea, este trabajo lo hace el hìgado. La urea es menos toxica que la amonia pero sigue siendo un tòxico y necesita ser eliminado, entonces el trabajo pasa a manos del riñón, que deberá retirar la urea del torrente sanguìneo.
Si tienes problemas de cálculos renales evita consumir proteìnas.
COMBINACION DE ALIMENTOS
Proteìna y fecula: sin lugar a dudas esta es una combinaciòn fatal, pésima. Sin embargo sigue constituyendo uno de los platos fuertes de la cultura occidental. Ejemplos; carne con papa, hambuerguesa con papas fritas, fideos con carne o pollo, pan con huevo, etc. Cuando se consume una proteína y una fécula al mismo tiempo, la enzima alcalina ptialina se mezcla con la comida al mascarla en la boca. Cuando la comida masticada llega al estómago, prosigue la digestión de la fécula con otras enzimas alcalinas, lo cual impide que la proteína sea digerida por la pepsina y otros jugos ácidos. Esto permite que las bacterias siempre presentes en el estómago ataquen la proteína, con lo que se desencadena la putrefacción. Los nutrientes de la comida proteínica se vuelven casi inaprovechables para usted y
producen desechos tóxicos y gases fétidos, en los que se encuentran venenos como el indol, el escatol, el fenol, el sulfuro de hidrógeno, el ácido fenilpropiónico y otros. Sin embargo cuando se consume proteìna y almidòn como los cereales integrales el cuerpo no sufre, pues el complejo sistema de digestiòn tiene que ver con las exigencias digestivas del alimento. Pero cuando se consumen dos alimentos con exigencias digestivas distintas, incluso contradictorias, esta precisa regulación de las secreciones resulta imposible.
Recomendaciòn: consume por ejemplo las proteìnas concentradas como carne, pollo, huevo separado de las féculas; tostada integral o huevos para desayunar.
Proteìna y proteìna: proteìnas distintas presentan distintas exigencias digestivas. Así tenemos pues que la acciòn enzimàtica sobre la leche se produce durante la ùltima hora de la digestiòn, la acciòn enzimàtica sobre la carne se produce durante la primera hora y la acciòn enzimàtica sobre los huevos ocurre hacia la mitad de la digestiòn.
Recomendaciòn: preferiblemente consume un solo tipo de proteìna en cada comida.
Proteìna y àcido: comúnmente se asume que la proteìna se metaboliza en un medio àcido y agregarle algún fruto cìtrico va a potenciar la digestiòn de las proteìnas. Las cosas no suceden así. Cuando los alimentos ácidos llegan al estómago, inhiben la secreción de ácido clorhídrico, y la pepsina (enzima que digiere las proteínas) solamente puede actuar en presencia de ácido clorhídrico, no de cualquier ácido. Por lo tanto, el zumo de naranja inhibe la correcta digestión de los huevos, y un vinagre fuerte en la ensalada inhibe la digestión del bistec.
Recomendaciòn: no agregues a la ensaladas de vegetales ningùn cìtrico cuando consumas proteìnas.
Proteìna y grasa: En la Physiology in Modern Medicine, de McLeod, encontramos una afirmación compartida por todos los médicos: «Se ha demostrado que la grasa ejerce una clara influencia inhibidora sobre la secreción de jugos gástricos». Durante las dos o tres horas siguientes a la ingestión de grasa, la concentración de pepsina y ácido clorhídrico en el estómago se ve considerablemente reducida. Esto retrasa la digestión de cualquier proteína que se haya ingerido junto con la grasa, permitiendo que las bacterias inicien la putrefacción de la proteína. Por eso las carnes grasosas como el tocino, los bistecs con grasa o las carnes magras fritas en grasa resultan tan pesadas en el estómago durante varias horas después de haberlas comido.
Recomendaciòn: grasas que son tolerables a la cociòn sin afectar su contenido nutricional son el aceite de ajonjoli, mantequilla Gee y hacerlos a fuego lento sin sobrepasar los 100 grados y sin cocer las proteìnas. Para contrarrestrar una comida proteìca grasosa consume bastante vegetales para facilitar su digestiòn y su paso por los intestinos.
Proteìna y azúcar: todos los azúcares en general inhiben la secreciòn estomacal de jugos gástricos. Los azùcares no se digieren en la boca ni en el estòmago, sino que pasan directamente al intestino delgado para su digestión y asimilaciòn. Por ejemplo cuando combinas proteìna con algùn dulce (postre), no solo se inhibe la secreción de jugos gástricos sino que los propios azúcares quedan atrapados en el estómago en lugar de pasar rápidamente al intestino delgado, y esta demora permite que las bacterias fermenten el azúcar liberando toxinas y gases nocivos que aún perjudican más la digestión.
Recomendaciòn: no combines proteìnas con postres, refrescos, etc.
Leche: so,o te digo lo siguiente en el Africa y oriente evitan el consumo de leche y son regiones con bajo ìndice de osteoporosis. Sin embrago en los paìses occidentales y América Latina su consumo es alto y paradojicamente son regiones con un alto índice de osteoporosis y desarreglos hormonales. Por sentido comùn la leche de los animales son destinados para alimentar a sus criòs, o, acaso la leche materna de un conejo puede alimentar a un niño recièn nacido. Sèpase además, que muchos trastornos digestivos y patologias son debido al consumo de leche de vaca. Claro que los màs acérrimos críticos dirán que sin leche no hay calcio, se sabe de hace tiempo que una buena fuente de calcio la obtienes consumiendo vegetales de color verde oscuro, algas, aceite de ajonjoli, harina de coca.
Recomendaciòn: en los recién nacidos la leche que màs se asemeja a la leche materna es la leche de coco. En los adultos evita el consumo de leche y muchas de tus dolencias irán desapareciendo.
Espero que este articulo te ayude a reflexionar sobre el buen habito de balancear los alimentos. Màs adelante tocare otros temas relacionados a la buena nutriciòn.
Proteìna y fecula: sin lugar a dudas esta es una combinaciòn fatal, pésima. Sin embargo sigue constituyendo uno de los platos fuertes de la cultura occidental. Ejemplos; carne con papa, hambuerguesa con papas fritas, fideos con carne o pollo, pan con huevo, etc. Cuando se consume una proteína y una fécula al mismo tiempo, la enzima alcalina ptialina se mezcla con la comida al mascarla en la boca. Cuando la comida masticada llega al estómago, prosigue la digestión de la fécula con otras enzimas alcalinas, lo cual impide que la proteína sea digerida por la pepsina y otros jugos ácidos. Esto permite que las bacterias siempre presentes en el estómago ataquen la proteína, con lo que se desencadena la putrefacción. Los nutrientes de la comida proteínica se vuelven casi inaprovechables para usted y
producen desechos tóxicos y gases fétidos, en los que se encuentran venenos como el indol, el escatol, el fenol, el sulfuro de hidrógeno, el ácido fenilpropiónico y otros. Sin embargo cuando se consume proteìna y almidòn como los cereales integrales el cuerpo no sufre, pues el complejo sistema de digestiòn tiene que ver con las exigencias digestivas del alimento. Pero cuando se consumen dos alimentos con exigencias digestivas distintas, incluso contradictorias, esta precisa regulación de las secreciones resulta imposible.
Recomendaciòn: consume por ejemplo las proteìnas concentradas como carne, pollo, huevo separado de las féculas; tostada integral o huevos para desayunar.
Proteìna y proteìna: proteìnas distintas presentan distintas exigencias digestivas. Así tenemos pues que la acciòn enzimàtica sobre la leche se produce durante la ùltima hora de la digestiòn, la acciòn enzimàtica sobre la carne se produce durante la primera hora y la acciòn enzimàtica sobre los huevos ocurre hacia la mitad de la digestiòn.
Recomendaciòn: preferiblemente consume un solo tipo de proteìna en cada comida.
Proteìna y àcido: comúnmente se asume que la proteìna se metaboliza en un medio àcido y agregarle algún fruto cìtrico va a potenciar la digestiòn de las proteìnas. Las cosas no suceden así. Cuando los alimentos ácidos llegan al estómago, inhiben la secreción de ácido clorhídrico, y la pepsina (enzima que digiere las proteínas) solamente puede actuar en presencia de ácido clorhídrico, no de cualquier ácido. Por lo tanto, el zumo de naranja inhibe la correcta digestión de los huevos, y un vinagre fuerte en la ensalada inhibe la digestión del bistec.
Recomendaciòn: no agregues a la ensaladas de vegetales ningùn cìtrico cuando consumas proteìnas.
Proteìna y grasa: En la Physiology in Modern Medicine, de McLeod, encontramos una afirmación compartida por todos los médicos: «Se ha demostrado que la grasa ejerce una clara influencia inhibidora sobre la secreción de jugos gástricos». Durante las dos o tres horas siguientes a la ingestión de grasa, la concentración de pepsina y ácido clorhídrico en el estómago se ve considerablemente reducida. Esto retrasa la digestión de cualquier proteína que se haya ingerido junto con la grasa, permitiendo que las bacterias inicien la putrefacción de la proteína. Por eso las carnes grasosas como el tocino, los bistecs con grasa o las carnes magras fritas en grasa resultan tan pesadas en el estómago durante varias horas después de haberlas comido.
Recomendaciòn: grasas que son tolerables a la cociòn sin afectar su contenido nutricional son el aceite de ajonjoli, mantequilla Gee y hacerlos a fuego lento sin sobrepasar los 100 grados y sin cocer las proteìnas. Para contrarrestrar una comida proteìca grasosa consume bastante vegetales para facilitar su digestiòn y su paso por los intestinos.
Proteìna y azúcar: todos los azúcares en general inhiben la secreciòn estomacal de jugos gástricos. Los azùcares no se digieren en la boca ni en el estòmago, sino que pasan directamente al intestino delgado para su digestión y asimilaciòn. Por ejemplo cuando combinas proteìna con algùn dulce (postre), no solo se inhibe la secreción de jugos gástricos sino que los propios azúcares quedan atrapados en el estómago en lugar de pasar rápidamente al intestino delgado, y esta demora permite que las bacterias fermenten el azúcar liberando toxinas y gases nocivos que aún perjudican más la digestión.
Recomendaciòn: no combines proteìnas con postres, refrescos, etc.
Leche: so,o te digo lo siguiente en el Africa y oriente evitan el consumo de leche y son regiones con bajo ìndice de osteoporosis. Sin embrago en los paìses occidentales y América Latina su consumo es alto y paradojicamente son regiones con un alto índice de osteoporosis y desarreglos hormonales. Por sentido comùn la leche de los animales son destinados para alimentar a sus criòs, o, acaso la leche materna de un conejo puede alimentar a un niño recièn nacido. Sèpase además, que muchos trastornos digestivos y patologias son debido al consumo de leche de vaca. Claro que los màs acérrimos críticos dirán que sin leche no hay calcio, se sabe de hace tiempo que una buena fuente de calcio la obtienes consumiendo vegetales de color verde oscuro, algas, aceite de ajonjoli, harina de coca.
Recomendaciòn: en los recién nacidos la leche que màs se asemeja a la leche materna es la leche de coco. En los adultos evita el consumo de leche y muchas de tus dolencias irán desapareciendo.
Espero que este articulo te ayude a reflexionar sobre el buen habito de balancear los alimentos. Màs adelante tocare otros temas relacionados a la buena nutriciòn.
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