Entrenar es muy saludable para tonificar, elevar la condición física o con fines terapéuticos. Suena bonito y hasta provoca dar inicio a entrenar, pero hay que considerar algo muy importante antes de dar inicio a cualquier tipo de entrenamiento hay que ver y analizar la condición de la persona.
Si la persona goza de una salud previa evaluación médica y deportiva entonces puede iniciar algún tipo de actividad deportiva donde podrá aumentar la carga progresivamente y siempre bajo la supervisión de un profesional. Si su objetivo es la hipertrofia debe de planificar un programa de dieta de acuerdo a su biotipo y un estado emocional bien equilibrado, es decir entrenar dentro de los límites establecidos sin dejarse dominar por el ego o entusiasmo desmedido. Sucede que un ejercicio es una acción neuromuscular y esta acción está relacionada a una cuestión fisiológica y mental. Adicionalmente una buena nutrición reforzará dicho programa y un descuido en el mismo va a ocasionar un retroceso y deterioro.
Si la persona tiene algún problema mecánico (lesión músculoesquelético, alteración de la columna vertebral, etc) debe de iniciar un programa de terapia física y en coordinación con su entrenador y médico optar por la mejor alternativa. La nutrición también juega un papel muy importante en este proceso al igual que la medicación al recibir.
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