CALCIO Y HORMONAS
La teoría que está de moda es que el estrógeno nos protege de la osteoporosis. Si bien es cierto que el estrógeno estimula al hígado para producir una proteína que protege de los corrosivos efectos de la adrenalina sobre los huesos. Pero esta no es una visión integral ni completa; la función del estrógeno en este sentido está muy debatida.
Si la teoría del estrógeno y buenos huesos fuese correcta, ¿por qué entonces los hombres, que tienen relativamente mínimas cantidades de estrógeno, no sufren de osteoporosis como las mujeres? ¿Y por qué la pérdida de masa ósea comienza bastante antes a la menopausia (a partir de los 30 años) y antes de producirse algún descenso en los niveles de estrógeno?
A las mujeres con riesgo de cáncer de mama, se les da medicamentos bloqueadores del estrógeno (Tamoxifen). Si la teoría acerca del estrógeno y la osteoporosis fuese válida, el Tamoxifen debería causar también la osteoporosis, pero esto nunca se ha reportado.
El estrógeno no es el único, ni el más importante, factor de descalcificación. La clave está en lo que comemos, y en lo que no comemos, así como en los estilos de vida.
Las mujeres están más expuestas a perder calcio que los hombres, por la pérdida de sangre (que contiene calcio) de la menstruación. Las mujeres también pierden mucho calcio en el embarazo. Una mujer gestante desprende cuatro veces más calcio en un embarazo que en 9 menstruaciones; es decir, un embarazo (siempre y cuando no sea de mellizos), equivale a 36 menstruaciones en cuanto a pérdida de calcio (el equivalente a 2 años y 9 meses en menstruaciones).
Mujeres, ¡por favor, obtengan su calcio! La osteoporosis es una enfermedad silenciosa, los rayos X sólo detectan pérdida de mineral cuando éste ya ha alcanzado por lo menos el 60% de pérdida de masa ósea.
El calcio en la sangre está regulado por dos hormonas: la calcitonina que la almacena y la paratiroidea que la retira de los huesos. Cuando consumimos suficiente calcio y se tiene el suficiente en la sangre, el organismo secreta calcitonina para almacenarlo en los huesos. Cuando no se consume suficiente calcio, el cuerpo lo obtiene de los huesos. A veces el cuerpo toma demasiado calcio de los huesos. Este exceso extraído de los huesos representa un problema, y el cuerpo lo maneja de manera muy ineficiente. En vez de depositarlo nuevamente en el hueso, este excedente se acumula en las arterias, creando hipertensión arterial y esfuerzo excesivo al corazón. Después de un tiempo esto debilitará al corazón y lo hará candidato a acumular mayores calcificaciones. Un hígado graso o con cirrosis también es candidato a acumular calcificaciones. El excedente de Calcio nos conduce a cálculos renales, dolores abdominales, ateroesclerosis y calcificaciones de tejido blando u osteofitos de los huesos, generadores de artritis.
Calcitonina Hormona paratiroidea
- Actúa sobre osteoblastos (edifica hueso) -Actúa sobre osteoclastos (disuelve hueso)
- Disminuye niveles de calcio en la sangre - Aumenta los niveles de calcio en la sangre
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